Placenta previa

DEFINICIÓN:

Se denomina placenta previa, o ítsmica o inserción baja de la placenta, cuando la misma se inserta parcial o totalmente en el segmento inferior del útero.

En el último trimestre de la gestación pueden ocurrir hemorragias (metrorragias) debidas a: 
  • Placenta previa

  • Desprendimiento de placenta normoinserta

  • Rotura uterina

  • Rotura de vasa previa

  • Rotura del seno marginal de la placenta

Las dos primeras son las más frecuentes. También se deben descartar ginecorragias, tales como várices vulvovaginales, cervicitis, pólipos cervicales, cáncer de cuello uterino, etc. Por esto es imprescindible que ante una pérdida sanguínea por genitales en una gestante, se explore la vagina y el cuello con un espéculo.

Placenta normoinserta

La placenta se inserta normalmente en el fondo del cuerpo del útero: Placenta Normoinserta. Esta inserción se realiza con frecuencia en las caras anterior o anterolaterales. La porción inferior del útero, que protruye hacia la vagina se llama cuello.


Placenta Lateral: cuando el borde inferior de la placenta no alcanza el orificio interno del cuello 

Placenta Marginal: cuando el borde inferior llega al orificio interno del cuello 

Placenta Oclusiva Parcial: el borde placentario cubre parcialmente el orificio interno

Placenta Oclusiva Total: la placenta cubre todo el orificio interno 

CAUSAS:

a) Alteraciones en la migración del huevo fecundado: al entrar a la cavidad uterina, en lugar de implantarse en el fondo, lo hace en la parte baja del útero debido a una migración tardía del huevo.

b) Multiparidad

c) Embarazo múltiple

d) Primer embarazo en pacientes añosas

e) Mala preparación endometrial: endometritis (infecciones del endometrio) o bien sus secuelas, como por ejemplo, raspados uterinos a repetición por infertilidad o por abortos provocados.

SINTOMATOLOGÍA:

1) Un buen interrogatorio informará al médico sobre los antecedentes obstétricos de la paciente: multiparidad, abortos provocados, endometritis, etc. También se tendrán en cuenta los antecedentes de pérdidas sanguíneas durante el embarazo actual.

2) El examen clínico de la paciente revelará:

  • Intensidad de la hemorragia: sangre roja, rutilante, indolora, que comienza en forma brusca, generalmente abundante, y que se detiene y repite en forma irregular.

  • Anemia concomitante, con palidez de piel y mucosas, debida a la repetición y el agravamiento de las hemorragias.

  • Hipotensión, taquicardia, mareos.

DIAGNÓSTICO:

Actualmente, con los estudios ecográficos que se realizan durante el embarazo, es fácil diagnosticar la placenta previa, inclusive tener la certeza de qué lugar exacto ocupa: lateral, marginal, oclusiva parcial u oclusiva total.

PRONÓSTICO:

El pronóstico materno: la mortalidad materna disminuyó notablemente gracias a la asistencia quirúrgica inmediata, pero en los lugares alejados de la ciudad sigue siendo una de las principales causas de muerte materna por shock hemorrágico.

El pronóstico fetal mejoró en los últimos años debido a la atención perinatológica especializada. Pero queda el inconveniente aún de la mayor incidencia de inmadurez fetal, ya que es muy difícil que estos embarazos lleguen a término. Esto sucede debido a las contracciones que se registran a partir del 7º. mes de embarazo, y que producen desprendimiento de la placenta inserta anómalamente. En los lugares alejados, el pronóstico fetal es ominoso.

TRATAMIENTO:

A) Internación inmediata y obligatoria de la paciente con reposo absoluto.

B) Indicar sedantes de la contractilidad uterina si la hemorragia no es abundante, aunque este procedimiento tiene contraindicación relativa.

C) Si la hemorragia es considerable, el tacto vaginal debe realizarse en un ambiente quirúrgico.

D) Extracción de sangre para controles de Hemograma, Coagulograma, Grupo y Rh si no lo tuviera.

E) Compatibilizar sangre, es decir, tener sangre preparada para transfundir, ya que la mayoría de las veces es necesario este procedimiento debido al shock hemorrágico.

F) Teniendo información de la ubicación placentaria por medio de la última ecografía que tiene la paciente, se procederá a esperar el parto vaginal si la ubicación de la placenta lo permite (placenta lateral o marginal), y si la hemorragia no es abundante. De lo contrario se informará a la parturienta que es necesario realizar una operación cesárea bajo anestesia general.


PLACENTA NORMOINSERTA: como su nombre lo indica, la placenta está ubicada normalmente en el fondo uterino (normoinserta). Por causas varias (hipertensión arterial, traumatismos, infecciones amnióticas, y a veces sin causa conocida), la placenta se desprende total o parcialmente. Esto ocasiona pérdidas sanguíneas moderadas, de sangre oscura generalmente, y dolor abdominal agudo o de moderada intensidad. Este cuadro sucede a partir del tercer trimestre del embarazo. Se debe consultar de inmediato ante cualquier pérdida sanguínea, aunque sea escasa.
Las consecuencias, tanto de la placenta previa como del desprendimiento de la placenta normoinserta, son de relativa gravedad para el feto. Menos grave para la madre, pero si se presentan algunos de los síntomas mencionados, se debe concurrir al centro asistencial de inmediato.

HOMEOPATÍA:

Hay cuatro "reglas para las indicaciones quirúrgicas" en Homeopatía, y que fueron enunciadas por el creador de la misma, el Dr. Samuel Hahnemann:

1. "Toda enfermedad o trastorno mecánico se trata con procedimientos mecánicos": fracturas, estrecheces, obstrucciones, hernias, etc.

2. "Todo cuerpo extraño al organismo puede ser eliminado o extraído por cirugía": balas, esquirlas, colecciones de pus que no drenan espontáneamente, etc.

3. "No debe ser operada una lesión que puede ser curada por tratamiento médico, y cuya extirpación o supresión involucre el riesgo de una metástasis mórbida (enfermedad más grave y más profunda en otro órgano)". Ej: amígdalas supuradas, fibromas, adenomas de mama y de próstata, úlceras no complicadas de estómago, hemorroides, etc. Si éstos produjeran trastornos mecánicos de obstrucción o compresión, entonces sí se indicará la cirugía.

4. "Deben ser operados todos aquellos casos en que la urgencia del proceso lo requiera": grandes hemorragias, úlceras perforadas, apendicitis, peritonitis, compresiones endocraneanas, etc.

En este último caso, el médico homeópata posee una cantidad de remedios para preparar a la paciente para la cirugía si la misma es programada. Si es una urgencia, la paciente debe ser operada. Luego, en el post-operatorio se medicará con remedios homeopáticos para el dolor, para prevenir posibles hemorragias, infecciones, y sobre todo para que la mujer evolucione mental y físicamente en forma adecuada, lo que favorece la pronta recuperación y buena evolución del post-operatorio.
El remedio único administrado a la paciente se prescribe justamente para aumentar las defensas y equilibrar energéticamente hacia la recuperación de la energía vital (inmunidad).
El tratamiento homeopático enfoca a la paciente desde la totalidad característica de sus síntomas personales, para encontrar lo que nosotros llamamos "el simillimum", o sea el remedio que le corresponde a esa paciente, el remedio de fondo, que cubre la totalidad sintomática de todas las esferas, de todos los ámbitos y de todos los perfiles de la conducta humana: desde lo más primitivo de su ser, hasta lo que tiene que ver con la emocionalidad, con los temores, con los afectos, con la conducta. Por medio de este remedio le vamos a devolver a la paciente su energía vital desarmonizada, para que su propio organismo pueda defenderse y lograr el equilibrio que sólo el remedio homeopático puede ofrecer. Por eso para la Homeopatía, la única especialidad es el ser humano. Y se parte de la premisa de que la Homeopatía no cura enfermedades, sino enfermos.

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